9no. Día
- Paula Vanessa Pastrana Cubillos
- 25 sept 2017
- 3 Min. de lectura
"Y cuando me ciegue el dolor, buscaré en mi corazón, la razón de mi existir"

Última noche en Bucaramanga, por fin logro dormirme temprano, me levanto a las 12 a.m tal ves por costumbre, aprovecho a tomarme la pasta para el dolor y vuelvo a dormir. 6 a.m, como un relojito me despierto y frustrada por no poder dormir más, prendo el computador y me pongo a ver mi serie "Orphan Black". 8 a.m, se levantan las bbys y comienza el bullying mañanero, desayunamos, sigo viendo mi serie una hora más y comenzamos a organizar todo para emprender la travesía a Barrancabermeja. Empezamos con el primer reto, después de haber llegado con una maleta y ahora tener 3, más una super bolsa con mi nueva almohada de huesito, mi edredón y cobija; no sabíamos como coño movernos con todo eso, ya que yo solo podía cargar el maletín con menos peso en mi espalda y mi personita especial tenía que cargar con lo demás, aparte de su maletín. En fin, no se de donde saco tantos brazos y fuerza, parecía un pulpo con tanta vaina. Nos montamos al Uber y estoy segura que hubo amor a primera vista-rodilla, el señor que manejaba no podía dejar de apreciar tanta belleza y lo entiendo, ya me ha tocado acostumbrarme a estos momentos mágicos Disney. Una vez más, rogando no pasar por ningún hueco, me quedaron doliendo las nalgas de tanto apretar, pues al parecer mi cuerpo cree que esa es la solución. Por lo menos no perderé más nalgas de lo poco que me queda. Llegamos al terminal, me dejó sentada con las maletas y se fue a buscar la oficina de Coopetran a comprar los pasajes. No podía dejar de pensar en como coño me iba a montar en ese super bus, me imagine hasta que sacaba mi super poder de emergencia y volando, lograba subirme al bus, pero no, no había gente digna de tan espectacular dote. Así que tocó soltar las muletas y de espalda, con mi super fuerza, me agarre de unos tubos y logré subirme, menos mal eran los primeros puestos. Me senté, tenía para sostener las piernas, el asiento me golpeó, igual ni me dolió y listo, empezamos el viaje. Estuve luchando con el sueño, ya que me daba miedo dormir y que el bus frenara en seco o hiciera algún movimiento brusco y por no estar atenta, me golpeara la rodilla. Igualmente me dormí. 2:30 aprox. duró el viaje, nos bajamos y una vez más, otro enamorado de mi rodilla, nos ayudo a coger un taxi y montar las maletas. Quisiera saber que hacer para tener el encanto de mi rodilla. Llegamos al aparta hotel, hogar, dulce hogar. Mis compañeras de cuarto muy amables y queridas, ya se habían mudado del 3er. al 1er. piso por mí e igualmente por una de ellas que también la operarán próximamente y no tener que subir escaleras. Tiré todo en mi cama, metí unas cosas en mi maleta del computador y nos tocó subir hasta el 3er. piso de todas maneras, porque solo había una habitación disponible y era en ese piso. Subimos, salió a comprar comida mientras yo hacía los ejercicios, llegó, cocinó y almorzamos, nos acostamos y comenzó la paridera otra vez, el dolor comenzó a subir como si fuera el 2do. día de recuperación, me despertaba yo creo que cada 10 minutos, me puse hielo y ni así se me calmaba el dolor. Ya a las 9 p.m, no aguanté más y como todo es mental, prendí el computador y comencé a escribir esta entrada, distrayendo la mente y funcionó, gane la batalla.

No tengo hambre, tengo mucho sueño y ojalá logre dormir.
Solo espero tener una noche tranquila, tal ves fue el viaje, pues no tuve la pierna en completa extensión y al extenderla al llegar, comenzó todo. Por otra parte, extraño a las bbys al cuadrado, mi vista, mi super sofa cama y el frió natural. También te sigo extrañando mami.
"No retrocedo, vuelvo más fuerte"
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