78vo. Día
- Paula Vanessa Pastrana Cubillos
- 3 dic 2017
- 2 Min. de lectura
“Amarme en soledad y en conjunto”
Hoy es mi domingo, mi día de locha, mi día de series en pijama y acostadita todo el día, juro que tenía la intención de levantarme a hacer algo suave de rutina, pues Jose me dijo que hiciera suave por lo que la rodilla estaba resentida pero no, decidí tomarme el día libre, mi cuerpo no me dejaba ni pestañear, moría y aja, nos les voy a negar que el 90% de mi super decisión fue la pava que me comía lentamente y pues sí, hoy si fui floja y ¿Qué? ¡Eche! Pero fue un día diferente, fue un día más productivo de lo normal, pues me aburrí de la pinche negatividad y depresión en la que he estado estos últimos tres días, así que decidí hacer un recuento de todo lo vivido en este año, de todo lo bueno que ha sacado de mí, de lo mucho que he aprendido, de lo mucho que he logrado conocer de mí, cosas que nunca creí capaz de hacer y ahora las vivo con total normal y bueh, les haré un resumen, por si les interesa y si no pues fue un placer, vayan a dormir, ustedes se lo pierden, ridículos. Mentira, duerman, hagan algo más productivo.

Este año aprendí a hacer las cosas por mi cuenta, a no depender de nadie, a darme cuenta que puedo lograr todo lo que me propongo y a saber que puedo superar cualquier cosa, aprendí a amar los días grises y a valorar los soleados, aprendí a soltar y borrar esa tonta idea de que la felicidad depende de otra persona, aprendí a valorarme y a valorar a los demás, aprendí a vencer el odio con amor, aprendí a romper el cascarón en el que me encontraba y a darle la oportunidad a la gente, integrarme sin perder mi esencia, aprendí a dejar de juzgar y quedarme con lo bonito de cada persona, aprendí a valorar mi hogar, aprendí a hacer más fuertes mis raíces, aprendí a soñar y actuar con más fuerza, aprendí a dar lo mejor de mí, aprendí a amar el fútbol con más fuerza y a conocerlo más allá de una cancha, aprendí a convivir y ser feliz, amé con el alma y así mismo lloré, aprendí o bueno, estoy aprendiendo a perdonar con amor y no con odio en el corazón, aprendí a valorar a los buenos amigos y a no dejarlos en el olvido, aprendí a valorar mi familia que por más loca y rara que sea, son parte de mí y bueh, creo que mejor ni sigo, esto es casi todo o bueno, lo que recuerdo de tanto que pensé y analicé a lo largo del día, mientras escuchaba los famosos mantras de mi madre e intentaba “alinear los chakras” pero nimier, eso están más perdidos que yo en este momento, así que aja, mami, no pierdas la esperanza, te amo. Fin de tanta parla, gracias.
“No retrocedo, vuelvo más fuerte”
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