11vo. Día
- Paula Vanessa Pastrana Cubillos
- 27 sept 2017
- 4 Min. de lectura
"Reencontrarse consigo mismo para renacer"

Hace rato no dormía tan bien, podría decir que como un bebe pero pues tampoco, todavía me acuesto boca arriba, totalmente rígida como un robot y no es tan tipo bebe, así que todavía falta pero bueno, aunque costo un poco hacerlo, no tuve ninguna interrupción y con eso quedo satisfecha. 7:30 a.m aprox. y suena la alarma de la más ridícula de todas, la única que no tuvo la suerte de tener la rodilla biónica, ya que mi otra compañera de cuarto esta próxima a una operación de ligamento cruzado y pronto abrirá también un club de fans de su rodilla biónica. Me lleno de nostalgia, pues siempre sonaba primero mi alarma y con el ruido que hacia al cambiarme o salir del baño, ella se levantaba para bañarse. Sin embargo, al mismo tiempo me lleno de motivación y ansias por salir a jugar, por esa sensación de cosquilleo que acelera el corazón y el poder sentir balón en mis pies. Reviso el celular y al poco tiempo me vuelvo a dormir, el cansancio y sueño acumulado por fin esta ganando. 10:00 a.m y ya no puedo obligarme a dormir más, me levanto, me baño, una odisea como siempre, me visto, salgo y desayuno, me sirvo un plato de cereal con kellogg's y llega el dilema, ¿como llevo el plato a la cama para lograr sentarme a comer? o mejor aún, había una cama más cerca a una mesita que tenemos pero para lograr sentarme y comer, debía correr la mesa y aunque no estaba sola, como soy tan yo, tan macha alfa como para pedir ayuda, casi me enmierdo corriendo la mesa a la cama y tumbé casi todo lo que estaba encima, mi otra compañera creo que se estresó de esperar a que le pidiera ayuda y decidió tomar la iniciativa, ayudándome a terminarla de correr. Se acaba mi cereal en un abrir y cerrar de boca, logro volver la mesa a su lugar, yo solita y seguimos con otro dilema, ¿como hago para llevar el plato al baño y lavarlo? (no tenemos cocina), pues imagínenme con mis muletas, 3 dedos de la mano derecha sosteniendo el plato y la cuchara en mi boca, si, lo logré y NO, no quebré el plato. Me programan la terapia para las 3 p.m, me pongo hielo toda la mañana, ansiosa de que llegue la hora para irme a embellecer mi sexy pierna. Llega la hora del almuerzo, la más ridícula de todas muy amable y queridamente me baja mi plato de comida, termino, le pido que baje un poco de jabón de losa, me hace sentir ridícula por querer lavar mi plato, más ridícula es ella, pero que ni crea que le voy a dar algo más caro que un chicle de 100 por el favor. Lo se, soy la mejor. Te odio. 2:40 p.m, me pongo los zapatos, salgo, me acompañan a coger el taxi porque aja, con esta belleza de rodilla en cualquier momento me pueden secuestrar o algo, uno nunca sabe. Llego donde Jose, mi querido Jose, me pone la canción "Te va a doler", como mensaje subliminal y comienza con unos masajes muy tiernos, caricias divinas, me pasa una banda negra, la más fuerte que hay creo y comenzamos a hacer ejercicios de frente, de lado y boca abajo. Por cierto, al estar boca abajo siento como si la rodilla me bailara, de pronto es por el líquido que tiene, que hace que siga inflamada, Jose dice que soy muy llorona. Seguimos con otro ejercicio de apretar y abdominales al mismo tiempo, me hace ver el diablo pero el músculo comienza a verse otra ves y la felicidad que siento es indescriptible, se me aguaron los ojos y todo, así que sin importar el dolor, sigo y termino por hoy. Jose me echa una ves más, me le robo dos bananos para que sea serio, mentira, el siempre nos regala, me ayudan a pedir el taxi y me voy a una reunión con el gerente sobre mi recuperación, y otras cosas. Termino la reunión, me dice que espere 30 minutos a que el se desocupe y me lleve, termino en una charla sobre como tratar a los jugadores y comienzan a enamorarse de mi rodilla, tanto que hasta la meten en la charla y bueno, ya toca acostumbrarse. Salgo, me encuentro con el DT del equipo, hablamos un poco, me cuenta de su experiencia, pues el también fue operado de ligamento cruzado y finalmente me traen de vuelta a casa. Llego, me pongo hielo, gracias por partirlo, y me pongo a ver Tom y jerry, los mejores muñecos del mundo. Como milo con galletas y si, volvemos al mismo dilema que con el plato para lavarlo, solo que al ser más pequeño, ya me es más fácil.

Jose me llama a preguntarme como estoy, pues es normal que sienta un poco de dolor pero no, no me duele nada menos mal y me dice que me siga haciendo los masajes en las heridas para evitar que el musculo se pegue a ellas o algo así y que comience a doblar suavemente la pierna, porque sino lo hago yo, la otra semana lo hará él y el diablo me pondrá a ver, se que él lo disfruta. Al final de mes, debo doblar la pierna completamente. Dejo el computador a un lado y le pido a la ridiculísima que me haga los masajes, pues yo no me los hago duro y bueno, me puso a ver el diablo también, aunque no tanto como Jose. ¡Gracias! Y bueno, para terminar, empezaré a intentar doblar la pierna un ratico, escucharé música e intentaré dormir, tengo la cabeza en un despelote, Odio estar así. "No retrocedo, vuelvo más fuerte"
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