12vo. Día
- Paula Vanessa Pastrana Cubillos
- 28 sept 2017
- 4 Min. de lectura
"Nadie tendrá el privilegio de decidir por mí, yo decido que puedo y que no, que quiero y que no, aún cuando mi cuerpo se demore en aceptarlo"

Hoy me levanté tipo 7:30 a.m, vamos mejorando en cuanto a dejar de madrugar tanto, por lo menos ya no me levanto a las 5 a.m. Fue una buena noche pero al parecer los aliens se levantaron con ganas de hacer una party en mi rodilla y juan el fantasma acuchillador me siguió hasta acá para seguir su venganza. El dolor ha estado presente todo el día. Tenía terapia a las 8:30 a.m así que me levanté, me bañé, vestí y desayune, el mismo dilema de siempre, solo que esta vez si pude correr la mesa solita y comer más cómoda. Terminé, cogí el plato con mis 3 deditos y el mismo cuadro patético llevándolo al baño para lavarlo, y volverlo a colocar en su lugar. 8:25 a.m y ya era tarde, el dolor era muy fuerte y tengo que confesar que dude en ir a la terapia, pero aja, menos mal soy tan terca y hasta rebelde conmigo misma que me paré y salí de una a coger el taxi. El fútbol siempre gana la batalla. Te amo. Un fan más de mi rodilla biónica, me monto en el taxi, intenta conquistarla y llegamos. Comienzan los masajes románticos, los que me hacen llorar, mi amada corriente, al mismo tiempo me pone una toalla caliente y me pide que empiece a doblar más la rodilla, me hace ver el diablo. Después me hace ejercicios como de resistencia, aplicándome fuerza en las diferentes partes de la pierna, mientras yo sostengo por ciertos segundos y comenzamos a doblar más la rodilla, con un poco de dolor. Me frustro, lloro de la impotencia, de la rabia de no poder doblar la rodilla mucho y del impresionante miedo que me da hacerlo. Por otra parte, creo que por fin sacaré mi super chocolatina y seré la más hermosa de todas, más que ahora. Dejen la envidia. Jose me regala un vaso de banano con leche y después de inventarle tanta madre al fútbol por el dolor, me pregunta si seguiré jugando y ¡OSEA, OBVIO! Ni los locos dejan de jugar, es que por más que se quiera, tal ves pueda dejarlo yo, pero el nunca me dejará, tipo novio o novia fea, solo que de fea no tiene nada. Me confiesa que muy pocos son los jugadores que vuelven a jugar después de mi lesión, "la triada perfecta" y ¡uh!, que horrible me hizo sentir, como cuando le quitan el tetero a un bebe, así mismo y pues no, no haré parte de ese gremio, lo siento y es algo que me demostraré a mi misma porque no he llegado hasta donde estoy para retirarme, esto apenas empieza. Terminamos, me echa, me manda a tomar proteína porque me estoy chupando. Claro, ahora mi cuerpo si quiere adelgazar, después de las mil dietas que hice, unas de 1 día y otras de 2, (mentira, duré más), ahora si quiere ser fit y pues no, ya no quiero, así que tocará conseguirse la money y comprarme una cuanto antes. Me despido y me toca caminar o mejor dicho, muletiar una cuadra para coger el taxi y una vez más, tenemos otro admirador, pero este es diferente, este es de los que apagan el carro y me abre la puerta, con la excusa de que me entiende y su prima también estuvo así. Osea, a mi rodilla no la vas a enredar con esos cuenticos, ya se los conoce de memoria. Me monto, me echa la parla aquella y me lleva a mi palacio, me da su número para que el sea el que me transporte de ahora en adelante y no tener que estar pariendo, muletiando y buscando uno. Llego y me tiro a la cama, el dolor y tristeza, la pareja perfecta. Me pongo hielo y duermo hasta la 1 p.m, la ridiculísima me baja el almuerzo, como y me vuelvo a dormir, muy amable y muy querida. Me despierto por momentos, gracias al dolor y vuelvo a dormirme hasta la noche, me levanto, me quito las toallas emparamadas por el hielo derretido, me veo un pedazo de la película "La era del hielo 2", que por cierto me sé hasta los diálogos de memoria, ya que fue la primera película que me vi en el primer dvd que mi mama compro, como recompensa por haberla acompañado todo un sábado a trabajar, caminándonos casi toda la ciudad. Te amo madre. Seguimos con la odisea para comer, me preparo milo con galletas, como, me cepillo, me pongo la pijama y quedo lista para dormir.

Estoy intentando tomar la pastilla del dolor una vez al día pero hoy no pude, me la tomé dos veces y espero no sentir más dolor, ademas que sigo con mi tarea de intentar doblar la pierna más y el dolor es muy fuerte. Dolor, dolor, dolor y más dolor, se me rayó el casete.
"No retrocedo, vuelvo más fuerte"
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