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15vo. Día. Ayer.

  • Foto del escritor: Paula Vanessa Pastrana Cubillos
    Paula Vanessa Pastrana Cubillos
  • 30 sept 2017
  • 6 Min. de lectura

“Como si estuviera dividida en tres, cuerpo, mente y corazón con rumbos separados, opiniones y sentimientos encontrados, buscando y perdiéndome al mismo tiempo… ¿correré el riesgo de volver o volveré arriesgándome?” Pensando, llorando y terminando mis ejercicios. ¡Ay futbolín!

Una noche un poco peculiar, con un sueño intermitente y preocupante. 6:45 a.m. aprox. y me rindo, ya no puedo conciliar el sueño más, me levanto, la odisea de desayunar, tocó chocolisto con galletas porqué ya hasta el cereal se me acabó y la mamá de Tarzán irá a comprarlo. Creo que leí eso con la voz de mi madre. Te amo mami. Reviso el cel y BUM, terapia 8:30 a.m. puntual, miro el reloj y 7:50 a.m, 40 minutos para que 3 personas se bañen con 1 solo baño, joda, me siento matemática, Paula la matemática. Proseguimos, espejo como cosa rara, llevaba como 1234 horas en el baño, le tocó la puerta y le aviso, termino de desayunar, llega la ridiculísima y bien ridiculísima que si fue, me pregunta la hora de la terapia, le respondo, se estresa, me estreso más, espejo sale, le digo que entre a la ridícula porque yo me demoro mucho, se baña, sale y comienza mi odisea de baño e’ gato. Por si se lo preguntan, mi ritual de baño es así: Me levanto de la cama en un pie, cojo las muletas, camino como la Barbie sin pata, separo mi brazo de la muleta como la mejor equilibrista del mundo, abro, entro, vuelvo a cerrar la puerta igual, me miro al espejo, me enamoro, lavo mi cara, me cepillo, mi pierna se cansa, me siento en el doroino (léanlo al revés), tirando más pa’ la nalga de la pierna normal, mientras intento doblar un poco más la otra pierna, logrando equilibrio, de una vez hago ejercicio, lavo los atrapapedos, me paro ya saben como, casi siempre juan el fantasma acuchillador me empuja e intenta hacerme caer pero nunca lo logra, el no entiende que soy Super Paula, creo que el lavamanos un día de estos me va a quedar mal y se va a caer de tantas veces que me ha salvado. Agarro las super muletas y cojeo hasta la entrada de la ducha, me volteo para entrar de espalda, ruego porque la ducha no esté muy mojada, paso la pierna buena primero, busco el equilibrio, suelto las muletas y comienzo a bailar por toda la ducha con la planta pie, joda, si vieran el swing que tiene, hasta envidia les daría, pronto estará dando clases, no se preocupen. De aquí para allá y de allá para acá, la llave, el jabón, la llave, el shampoo, joda, la lavada de pelo y la depilada, esas valen tres tiras de $%&#, por aquello de la decencia, imagínense el musculo de la nalga a punto de explotar y el pinche shampoo o acondicionador saliendo, saliendo y ¡SALIENDO!, mientras juro mocharme el pelo como un niño otra vez. Termino, intento escurrir bien el pelo porque siempre hago una piscina y me pongo en riesgo, ya que las muletas con nada se resbalan y ni pensar que pueda pasar. Ya con mi tomate hecho, me estiro, cojo la toalla e intento secarme, mientras lucho con el agua cayendo de mi cabeza, lo que más odio es no poder secarme los pies y salir así, en fin, cojo mis muletas, como hay un desnivel pequeño, paso primero la rodilla biónica y al instante paso la pierna buena, cojeo, me siento otra vez, suelto las muletas, cojo el pantie y pantaloneta, me agacho y me estiro MUCHO, meto primero la pierna biónica y como casi no la puedo alzar, a veces me toca cargarla con una mano mientras la visto o alzar los deditos, y después alzar la planta inferior o como se le llame, mientras me sostengo con los deditos, ojalá me hayan entendido, dejo la ropa a medio subir, me pongo el top y la camisa, me paro, me termino de subir la ropa, cojo la ropa sucia, me la reparto en las dos manos, cojo las muletas, la odisea de abrir y cerrar la puerta, cojeo, me siento en la cama y listo. ¿Por dónde había quedado? Ah sí, como mil horas yo en el baño, por lo menos lo intenté, salgo, todas esperan el chance de mi taxi, salimos, la embutida romántica, digo mi super dirección y llegamos, 10 minutos tarde y Jose solo me mira. Entro y ¡uh! Se me acaba todo estrés y mala energía, si supieran la tranquilidad que se respira en este lugar, Jose eres el mejor. Me acuesto en la super camilla, especial para mí, con mi nombre tallado y todo, me pregunta si hay dolor, le digo que masomenos, muy tiernamente me dice: “hoy será suave, se supone que lo será”, sigue siendo el mejor; me pone corriente suave para el dolor, después de un rato se emociona y pone esa vaina a toda $%&#, mi risa y llanto comienzan a surgir, le ruego que me haga masajes, se acaba la corriente y me los hace, me hace ver el diablo, me dice que trabajaremos la extensión, me hace presión en la pierna, sigo viendo el diablo, según siempre va a estar la pelea entra la extensión y la doblada de la pierna, pues cuando gano una, pierdo la otra, pero bueno, así serán estos dos primeros meses. Comenzamos con los ejercicios, hoy como que se desquitó conmigo, me hizo ejercicios de resistencia sin descanso alguno, mis abdominales de acero estaban a punto de explotar y ya, morí, que #$%&%$#$%%&%$##$%&%$# impotencia, mi cuerpo no resistió, “te dejaste ganar de un viejito de 40”, pues igual no te quería humillar Jose, ridículo. Me pasó un super balón y me puso 100 veces a doblar las rodillas haciendo presión por 10 segundos y estirándolas por 3, joda, nunca me había pasado esto, yo siempre voy por más, por el doble y hoy no pude terminar unos pinches ejercicios. Si, lloré y mucho, me estaba odiando como no tienen idea, mientras mis super amiguitas me daban ánimo e intentaban hacerme reír y Jose solo me miraba como sin saber que hacer o decir, hasta que me dijo que en dos meses me reiría de esto y que me relajara. Jose, eres el mejor. Y bueno, quiero jugar fútbol. Terminé, me echó, pues no me iba a ir, me anoté en el cuadernito y caminamos hasta el centro comercial, creo que hoy tengo el récord de fans ganados en un día, entramos al jumbo, no conseguí la pinche olla 8 en 1 que quería para poder cocinar y dejar de joder, igual ni quería, salimos, cogimos el taxi, la embutida romántica, 4600 y listo, welcome to palacín.

Almorcé, gracias ridiculísima, me puse hielo, más gracias para ti y dormí, me despertaron tarde, comimos, la malteada más rica del mundo, cinesón, por fin me iba a ver “ESO”, si, la de miedo, soy fuertototota, entramos, últimos puestos por la cuestión de la rodilla biónica y su rebeldía de no doblarse mucho, me veía divina subiendo y modelando al mismo tiempo con mis muletas, todo iba perfect, la película un poco ficti y POM, el primer temblor de mi vida y ¿será que me metía a la 4D sin culpa?, todo el mundo enloqueciendo, corriendo y yo, bueno yo, sentada y ya, sabía que iba a morir, imaginándome de todo, hasta que saltada en un pie de cabeza en cabeza y así salía de ahí, hasta que un man que estaba cerca gritó: “calmensé” y parecía el juego de las estatuas, se quedaron como quietos mirándose unos segundos y algunos muy tranquilamente se fueron, mientras otros se volvieron a sentar y siguieron disfrutando la función. Igual a los 10 minutos, ya a punto de acabarse la peli, la pararon y nos “evacuaron”, Osea, necesito urgente un baño de hierbas o algo así para quitarme esta sal de mi vida. Sin poder creerlo, salimos, ascensor, taxi y welcome to palacín. Miro el celular y como 1234567890 llamadas de mi madre, eso no es normal, así que le timbré, me llamo y ya me hacía muerta, creo que su imaginación es más grande que la mía por el poco de cuentos que me echó, pero no, joda, entiendan, soy Super Paula, dura de matar 3. Te amo madre. Comí, cansada y sin ganas de nada, me organicé para dormir y listo. Un día perfecto.

“No retrocedo, vuelvo más fuertototototototototototototototototototototota”


 
 
 

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