24vo. Día
- Paula Vanessa Pastrana Cubillos
- 9 oct 2017
- 2 Min. de lectura
"Nada es imposible, la mente es más fuerte que eso”

Pinche aire y su madre, como mi super cobija está sucia, me tocó dormir con un edredón que tengo y eso es igual a nada, el frio se me metió como en los huesos o no sé y de un brinco me levantó el dolor en la madrugada, como hace rato no lo sentía y juro que casi lloro, pero no, me acordé qué era super Paula y se me pasó. Lo sé, soy la mejor. Mentira. No sé qué hora era, pero era temprano, la ridiculísima se estaba yendo a entrenar y las voces hermosas, y suaves de las peladas en el pasillo, me despertaron, como ángeles cantando, una belleza y yo feliz, feliz que interrumpieran mi sueño profundo, las amo. Me levanté, desayuné mi super chocolisto con galletas, me tomé el pastillerío y me quedé dormida viendo una película. Hoy no tenía terapia porque Jose estaba de viaje o algo así, entonces me tocaba hacer los ejercicios con un balón, un cono que me prestó y una banda negra que yo había comprado, no estaba para NADA motivada, odio estos días sin terapia, porque por lo menos salgo un rato y tomo aire, y lo sé, suena re dramático, a veces se me entra el síndrome TVNOVELAS, pero es la verdad, no han sido buenos días. La ridiculísima llegó, me desperté, almorcé, la fiera bajó, hablamos, pusieron fútbol, se durmieron, dejé el drama, organicé todo y empecé a hacer los ejercicios, casi no termino, morí, me bañé, empezaron los antojos de embarazada, las chefs hicieron unas super pastas, crispetas y dulceee, mucho dulce para mí, mientras veíamos pelis y era feliz. Linda noche, las amo.
“No retrocedo, vuelvo más fuerte”
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