26vo. Día

“Como partir un vidrio, encontrar los pedazos, recogerlos y unirlos de nuevo”

11 a.m y sigo extrañando a mi mami, después de muchos truenos y muchas despertadas, esta era la final, me levanto, me doy cuenta que Espejo no estaba en su cama y comienzo a pensar que se fue a la terapia sin nosotras, pero no creo, estuvo lloviendo y tronando impresionantemente toda la mañana, en fin, me da por revisar el cel y bueh, si era cierto, Jose me había escrito a las 5 a.m, que me citaba para terapia a las 8:30 a.m, OSEA, ¿me va a tocar no dormir para estar pendiente del cel y la terapia?, ahora uno no puede ser dormilón, Paula tiene que ser perfecta, eche, pues no, ahora sí estoy volviendo a mi normalidad dormilera y no retrocederé otra vez, ridículo. Mentira, Jose eres el mejor y aunque esto no sea tu culpa, y te cambien los horarios de entrenamiento de los hombres, hoy no lo fuiste, hoy no eres el mejor. Me recargo de odio y rabia, tipo goku, con los pelos parados y todo, lista para soltar mi super ira apenas llegara Espejo por NO avisarnos y ser tan mala gente; llega y como que el super poder se le pasó a la ridiculísima porque casi la acaba, casi me hace llorar hasta a mí, la pobre Espejo salió y no entró más al cuarto, si no hasta la noche. Pues toma tu tomate, ya no seremos buena gente, ja, ni yo me lo creo, mañana se me pasa apenas me salude con su sonrisa eterna, me hace sentir tan mal, yo si soy boba, eche, tengo que ser brava, soy brava. Me la pasé todo el día lamentándome y sintiéndome mal, otro día perdido, soy la peor, pinche dormilona, vamo’ a madura’, mi mamá me hubiera levantado, te extraño mami, pinches truenos y en fin, casi se me explota la cabeza. Lo bueno es que el dulce me sigue acompañando, gracias ridiculísima por amar el dulce más que yo, nunca pensé que habría alguien así, me hace sentir tan fit, soy la mejor. Decidí hacer los ejercicios por mi cuenta, me bañé en sudor, me sentí bien otra vez, me bañé, POR FIN me puse un jean, me estrené mis super zapatos blancos, super divis divis, RE divis y me fui pa’ cine con la ridiculísima, llegamos, la reserva que había hecho ya la habíamos perdido porque llegamos como 15 minutos antes de la función y era 30 minutos antes que había que estar, así que toco escoger los últimos asientos y literalmente quedamos pegadas a la pantalla, como cuando un chicle se te pega al zapato, una mierda, pero bueno, era una película de miedo llamada “La novia”, la ridiculísima estaba que se salía y ni siquiera había empezado, yo no podía de la risa, así que si, si lo valía, además había una super modelo, la mujer más sexy, hermosa y matadora, que va en tacones a cine y le encanta subir y bajar las escaleras para modelar, y deleitar a toda la sala con su hermosa pinta, me moría de ganas de ser su amiga, quería que me enseñara a ser tan glamurosa, lo juro, algún día seré como ella o no, seré mejor que ella.

Por fin una película de miedo buena y por lo menos esta vez la ridiculísima si se la vio, obligada pero se la vio, no como la otra vez, que pago por una boleta, se la pasó mirando pal piso y el celular, del miedo que tenía, ridícula. Fin de la película, por lo menos esta vez no tembló, cogimos el taxi fan y pal’ palaceins. Llegamos, Espejo ya estaba dormida, nos organizamos para dormir y listo, game over.

“No retrocedo, vuelvo más fuerte”

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