34vo. Día

“Aquel recuerdo de estar literalmente montada en las super botas de mi abuelo, mientras el bailaba e intentaba enseñarme y me aplaudía diciéndome: “mi muñequita”, aquel recuerdo que me llena de felicidad y nostalgia, pues él todavía vive, pero no está”

8 a.m y me despierta la ridiculísima, ella lista para ir a su entreno y yo con terapia a las 9 a.m, se va, me levanto, me baño, es una locura poder caminar, todavía se me olvida y me levanto con una sola pierna o cuando estoy parada, lo hago solo en una y cuando me paro normal o le pongo todo el peso a la pierna biónica comienza una tembladera, una rumba tremenda y bueno, por lo menos no ha perdido el swing. Y sigo sin creérmelas, ya me puedo vestir o desvestir parada, así me tiemble y se me dispare la imaginación con mil muertes, no me importa y soy feliz; poder cepillarme parada y poder bañarme bien, sin la nalga entumida, joda, son cosas que uno no valora hasta que no las pierde, que vaina, ¿no? En fin, me organicé y cuando ya estaba a punto de disfrutar mi super plato de desayuno, tumbo mi nestik y vuelve a jugar, no puede pasar un día sin que haga algo, eche, me volví $%&/&% los zapatos y todas las piernas, además que tenía 10 minutos para limpiar, cepillarme y llegar a la terapia. Lo logré, llegué puntual, Jose me hizo esperar como 30 minutos, muy lindo de su parte y empezamos con el masaje que me hace ver el diablo, seguimos con máquinas, después con ejercicios parada con una banda en los tobillos, si hubieran visto mi cara de felicidad respondiéndole a todo aquel que llegaba: “si, ya puedo caminar”, joda, parecía niña chiquita. Después le dije a Jose que aja, que pa’ cuando la piscina, que me estaba vacilando con eso y pues como yo soy tan intensa, lo convencí y se consiguió una piscina de un amigo de él, así que terminé los ejercicios, me puse hielo mientras él se desocupaba con los demás jugadores, 12 p.m y nos juimo’. Llegamos y cuando íbamos entrando el portero pregunta si tenía gorro de baño, Jose me mira y se rie, porque yo no le quería creer que era obligación ponerse esa vaina y el traía un gorro de esos que dan en los hoteles. Pues no, no me lo puse, eche, después enamoraba a todo el conjunto y ¿Qué?, nombe, ni estoy para más fans. Mentira, sí, me tocó y no saben lo hermosa que me veía modelando por toda la piscina en top, pantaloneta y con ese hermoso y único gorro de baño, creo que haré tendencia, que no se les haga raro ver a todo el mundo usando ese tipo de gorro de baño, ¿ok? Envidiosos. Me puso a caminar de frente, de espalda y de lado 20 minutos, después me terminó de sacar la mierda con unos ejercicios y listo, nos salimos, nos sentamos a hablar damier mientras nos secaba el sol, me puse mi camisa, los zapatos, salimos, me acompañó como 3 cuadras para que no cogiera más transporte, porque ya debía empezar a caminar y bueh, caminé como dos cuadras más y listo, welcome to palacín.

Llegué, me bañé, que cansancio tan horrible, el gemelo estaba a punto de encalambrarse después de 5 horas de terapia, me vestí y me puse a lavar porque ya tenía ropa acumulada otra vez, terminé, me acosté a escribir el blog, mi almuerzo se lo comieron las hormigas, así que tocó almorzar puro dulce y yo triste, intenté dormir pero me llamó una persona que quiero mucho, el que ha hecho que este sueño siga intacto y se haga cada vez más fuerte, aun cuando ya no creía ni en mí, él siempre estaba ahí y con pocas palabras lograba mucho, sé que siempre contaré con él y en lo que yo pueda, también estaré y bueno, prosigo, me estoy poniendo muy romántica y ¡nada que ver! En la noche las peladas me hicieron huevo con papitas fritas y no saben lo feliz que fui, ¡que delicia! Después comí más dulce, me intenté ver una película de miedo y aja, no pude.

“No retrocedo, vuelvo más fuerte”

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