36vo. Día
- Paula Vanessa Pastrana Cubillos
- 21 oct 2017
- 4 Min. de lectura
“El camino de la vida” Y si pudiera devolver el tiempo..

7 a.m y el “toc toc” en la puerta, había llegado mi personita especial, cogí mis cosas y pa’ arriba. Nos acostamos, dormimos y después me puse a escribir el blog, mientras estaba pendiente de que Jose me programa la terapia de hoy. Listo, 1:30 p.m donde Jose y después pa’ piscina a terminar la terapia. Teníamos 40 minutos para organizarnos, almorzar e irnos caminando. Finalmente tocó comprar de rapidez unas papitas y un Gatorade, porque ya era tarde y después Jose me despachaba, anda muy sensible últimamente. No había ni llegado y ya me estaba matando el dolor de rodilla de la caminata. Llegamos, puntual como siempre, pa’ la camilla y “sufre mi amor”. Masaje matador, me enseñó la rutina porque debía ir comprar unas cosas, supuestamente debía terminarla en 40 minutos y parecía como de 4 horas, creo que se está tomando muy apecho lo de “no la mimes más”. Me puso unos ejercicios de abdominales, pierna, resistencia, otros con banda y pesas en los tobillos, para aprender a caminar y seguir trabajando la flexión. Parezco una varilla andante. Sudé como nunca, Jose llegó y todavía me faltaba como la mitad de la rutina, se burló como siempre de mis caras y mis inventos, terminé y pa’ la piscina. Creo que nunca había sido tan consiente de mi forma de caminar, como en ese trayecto a la piscina, Jose detrás mío regañándome porque alzaba la nalga a un lado, en vez de doblar la pierna y yo de terca como siempre, porque sentía que caminaba normal, en lo que cabe, obvio. Llegamos, esta vez sí tenía vestido de baño, me hice la loca con el gorro sexy porque ya me tienen harta tantos fans, me cambié, Jose me puso unas aletas o no sé cómo se llamen, me enseño la rutina porque tenía que atender a unos jugadores y no se podía quedar, me quería matar con mil ejercicios, 5 series de 50 cada una y yo ya estaba muerta, re muerta y no había ni empezado. No saben todo lo que peleé con mi cabeza, todo es mental y debía seguir, debía darme a mí misma el 200%, porque la que se robaba era yo, la que perdía y pierde soy yo. Jose antes de irse me vio muy cansada y me bajo la cantidad de repeticiones y aunque no pude cumplir en su totalidad los ejercicios, créanme que me faltó muy poco para hacerlo. Mientras, mi fan #1 me miraba con estrés y tristeza, no creía que mis días eran así, que esto era tan duro y lo único que hacía era decirme que no me excediera y bueh, creo que con la mirada le dije todo, yo no estoy para rendirme y menos a estas alturas, entre más tiempo me demoré, más duro es. 4:30 p.m y yo todavía dándole, con los músculos titilando del cansancio y con lágrimas combinadas con agua en la cara, y así tuviera solo un poco de Gatorade con papas, ya no había hambre, no había nada, solo quería bañarme y acostarme a dormir. Terminé, casi que no, me juagué, cambié y fuimos a almorzar pollito, me quedé dormida en la mesa, no me hallaba del dolor, ni el pollo me dio hambre, igual comimos, salimos del centro comercial, cogimos un taxi fan y pal’ palaceins. Llegamos y qué #$%&% vida, al parecer me cayó mal el #$%&% pollo ese de frisby y que dolor tan #$%&% de estómago, no sabía ya que era peor, que más me podía pasar, la pierna biónica masacrada, los músculos totalmente contraídos, dolor de cabeza y el pinche cólico estomacal, no sé cómo más llamarle a esa #$%&% y yo en la ducha retorciéndome mientras me terminaba de bañar, me tomé un vaso de agua con bicarbonato, me cambié y pa’ la cama, me fundí, sonó una alarma porque queríamos salir a comer pero no, no podía ni con las pestañas, seguimos derecho hasta las 12:30 a.m y no sé porque me desperté, así que decidimos salir un rato a comer porque solo habíamos comido una vez en el día y aja, bien chupa’ que si estamos, no aguanta dar más papaya. Encontramos un restaurante bar, nos cambiamos y nos juimo’, llegamos pedimos una picada, hablamos #$%& un rato, 2:40 y el dolor ya estaba en su punto, así que tocó devolvernos.

Llegamos, el sueño me había abandonado, prendí el tv y estaban dando un programa de Marlas, creo que soy adicta a ese programa y si no jugara futbol, sería Paula la Marla, Paula la gorda, lo juro, pero aja, tengo salvación. No sé hasta que hora me quedé despierta, pero finalmente me cogió el sueño y logré dormir, después de mil vueltas, mientras mi fan #1 ya estaba fundida. ¡MAMI TE EXTRAÑO, ECHE!
“No retrocedo, vuelvo más fuerte”
Comments