54vo. día
- Paula Vanessa Pastrana Cubillos
- 8 nov 2017
- 3 Min. de lectura
“Enamorarme de mí, en la odisea del amor”

Después de una noche no muy bonita, memorizando cada parte del abanico en el techo, me tocó poner las mil alarmas otra vez para lograr despertarme temprano y bueh, me les adelanto al pensamiento y si, las apagué y terminé despertándome a las 9:45 a.m, Jose todavía no había llegado del entreno con el equipo masculino, así que corrí a bañarme para que cuando llegara no comenzará su cantaleta de anciano y bueh, llego antes de que alcanzara a bajar, pero aja, ya estaba lista. Bajé, me hice mi super colada super espesa y me tocó aguantarme las ganas de comérmela, porque aja, suelo comérmela en la olla y ya habían como mil jugadores ahí, jodiéndome la vida y bueh, no los iba a desencantar tragando como cerda. En fin, me cambió la rutina, volví a hacer ejercicios con un super balón, en el que boca arriba, con la cadera alzada y pesas en los tobillos, debía alzar una pierna y doblar y extender la otra, y no saben lo feliz que fui, mi pierna biónica ya no dolía tanto y flexionaba más, “hay moral”, como dice Jose y bueh, entre otros ejercicios, termine, puse a hacer el arroz, cogí mi super olla de coladín y me subí a ver una peli, pero no, Jose no podía olvidar la pinche doblada y bueh, me hizo bajar, me acosté en la camilla, con calor en la rodilla, voltéese y ¡aguante mamita!. Hoy me dolió más que nunca, Jose poco a poco le irá subiendo a la fuerza que hace, lloré, pataleé y él seguía firme, sin soltarme, pero yo sé que él sufre conmigo, aunque lo oculte, a veces volteo la cabeza y tiene cara de tristeza o bueno, creo que esa es su cara natural, ¡mierda!, me quedo con el pensamiento de que sufre conmigo, eche. Mentira, Jose eres el mejor. Terminé de llorar y me invitó a almorzar, creo que no está al nivel de mi sazón y bueh, quedo hecho el arroz, él se lo pierde, ridículo. Salimos, almorzamos o bueno, él almorzó, yo me tomé la sopa y ya estaba repleta, después de tremenda colada, ¿Quién no?, volvimos, cada quién a su cuarto a ver películas y aja, justo cuando ya estaba cogiendo sueño otra vez y quería dormir, miro el reloj y ¡ah!, ya debía cambiarme para ir a la piscina a seguir con la terapia, creo que le cogeré fastidio a la piscina. Me cambié y cuando iba caminando a la piscina, una señora que iba detrás mío, me declaró la guerra, osea, ¿en serio pretendía pasarme?, ridícula y bueh, imagínennos caminando super rápido, como cuando una se está #$%& y tiene una urgencia muy urgente, pero como ya deben de suponerlo no ganó y decidió retirarse cambiándose de cera, ridícula. En fin, llegué, me la pasé más en mi mundo que en la terapia y hasta creo que hice repeticiones demás, terminé, me cambié y salí directo al centro comercial a comprar unas boletas para ir a cine, le debía esa salida a Jose y a hacer una fila de mil horas para un pinche baloto que él quería hacer, ¡abuelo que es!, terminé y salí devuelta al palacín de Jose. Llegué, me bañé, me comí mi almuerzo y me tiré en la cama, literal, me puse disque a ver una peli y cualll, morí de una, menos mal me levanté a las 8 p.m azarada porque la película era a las 9, me cambié y salimos al cinesón. La película estuvo buena, mis papas rizadas de limón no podía faltar y bueh, por lo menos la película dio risa y tuvo buenos efectos especiales. Se acabó, Jose era más sueño que persona, parecía un abuelo y bueh, nos vinimos haciéndonos bullying por abuelo y yo por mi caminao’ de abuela, y robotina. Fue un buen rato, llegamos y cada uno pa’ su cuarteins a disque dormir, ¿ahora quien dormirá?, estoy cansada, cansadísima, ya quiero estar en mi casa, falta poco.
“No retrocedo, vuelvo más fuerte”
Comments