74vo. Día. ¡Casi dos semanas sin escribir!

Seeep, aquí estoy otra vez, después de casi dos semanas sin escribir, tengo mucho en mi cabeza y creo que me estoy volviendo loca, cada cosa que me pasa en el día, quiero contárselas, escribirla y me imagino haciéndolo, ¿es normal?, sigo sin saber quién me lee, sigo con la idea de que hay muchos detrás de esta pantalla o que algún día será así, pero más allá de eso esto es una terapia automedicada, aunque no sé si lo acabo de decir exista, me ayuda mucho escribir y leerme, porque siempre saco alguna enseñanza personal, aunque muchas veces no lo escriba, además de lo mucho que me rio sola. Sí, creo que estoy loca, ¡¿Qué más da?! Una vez más, han sido días muyyy pesados, no se imaginan cuanto y para esta escritora de TvNovelas, más, que mamera, ¿me quieren enseñar cómo hacer para aguantarme? Erda, a madurar, eche. Bueno al parecer esta montaña rusa todavía no ha llegado a su fín, espero que lo haga pronto, creo que voy a vomitar. Una vez más, dividiré la información o, mejor dicho, el chismonononon tan hijue… Hijo de dios, como dice Joselín, joda, ¡que gente grosera ey! Mamá, no dije la mala palabra, conste.

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Joda, ya están en el traductor de Google intentando entender no?, eche, si no entendieron están mal, ¿ok? Nada que ver, dejen de leer, que falta de respeto. Mentira, no se sientan mal, ni yo estoy segura de lo que acabo de escribir, relax, ahí nos ayudamos. Bueno, mucha parla, prosigo. El miércoles 15 de este mes, un día después de mi último blog publicado, tuve la cita de control en Bucaramanga, con el médico que me operó y fue el peor día, casi igual al día que me dijeron que tenía tres lesiones y debía operarme lo más pronto posible, porque al parecer tenía una vaina a la que le llaman ciclope, la cual es una masa que se forma en la parte del ligamento cruzado, ya que existen cuerpos que como mecanismo de defensa, cicatrizan rápido y basto, por esto se hace esa masita, que impide la flexión de la pierna, entonces, imagínenme casi a punto de tirarme por la ventana de ese 8vo. Piso, mientras el médico me decía: “Tranquila, solo es un procedimiento muy fácil y rápido lo que te vamos a hacer”, se refería a volver a hacerme una artroscopia y si, OPERARME OTRA VEZ, pero no, el solo le llamaba “Procedimiento médico” y bueh, Ya Paula ya, según solo iba a limpiar y quitar esa masita, y no me iba a doler nada, ahhhh buehhh, ni su madre le cree querido amigo, pero aja, ya que más iba a inventar, con lágrimas en los ojos le pregunte que seguía y me dijo que me calmara, que igual todavía no se sabía, que debía hacerme una resonancia y cuando tuviera los resultados, la revisábamos y mirábamos que había que hacer, si claro, ya me calmé, ridículo. Mentira, el man es bien, tengo suerte de haberme topado con él, es de lo mejor de Santander. En fin, me despedí y bueh, ¿ahora qué?, tenía un vuelo directo a Barranquilla a las 3 p.m, así que almorcé y salí directo al airport, ja, ¿Cómo ven con ese inglés?, estoy es pero volando, lista pa’ Gringolandia, cuando quieran les enseño, envidiosos, erda. En fin, llegue a Barranquilla, con mi family lista en el airport, ni se cómo se pronuncia y bueh, en el prox subtema les cuento todo lo que me pasó por allá. Prosigo. Estuve en la clínica principal de mi medicina prepagada, sacando cita para la resonancia, pero solo había para el viernes, los resultados se demoraban dos días hábiles o más y yo viajaba devuelta a Bucaramanga el martes en la mañana, entonces, pailanders, tocó esperar a hacérmela en Bucaramanaga. Llegó el martes, volví a mi segundo hogar, con las bbys al cuadrado y me fui de una en la tarde a la clínica que por cierto queda en el otro polo, a sacar cita, porque si lo hacía por teléfono, me la sacaban para dentro de un mes o algo así, de hecho pensé que la iban a poner tipo 11 p.m del mismo día, porque es lo que hacen cuando uno va y pues no, me la pusieron para el otro día, miércoles 22 de este mes, a las 6 a.m, belleza tropical, perfecto para este pechito madrugador, ujum. En fin, al otro día casi no me levanto, si no es por la bby chef, hubiera perdido la cita, por eso la amo, me tocó hasta irme sin bañar y aun así llegué tarde, la pinche moto que cogí no sabía dónde era y dimos como mil vueltas pa’ rematar, pero creo que la recepcionista me vio la cara de estrés y angustia, y se apiadó de mí, dejándome entrar enseguida para que me hicieran esa vaina. Me dormí mientras me la hacían como siempre y bueh, ya tocaba esperar al otro día que me entregaran los resultados. Volví, recogí los resultados y salí directo al consultorio del médico que me operó. Llegué, esperé los 20 minutos más largos de mi vida porque pa’ remate me puse a leer lo que llaman la lectura de la resonancia y bueh, al parecer mi rodilla estaba más biónica de lo que había estado, así que estaba que me moría. En fin, me llamó, entré y el man callado viendo la resonancia, sin decirme una pinche palabra y ya Paula ya, erda, hasta que por fin habló y recuerdo exactamente lo que dijo: “¡El mejor ligamento que he hecho en mi vida, está perfecto, hermoso, no parece ni operado!, ¿me puedo quedar con el cd?, ¡lo quiero montar en mi página, que cosa tan preciosa!” y si, no sabía si besarlo, si brincar, si gritar, no sabía qué hacer, solo se me aguaron los ojos de saber que estábamos haciendo las cosas bien y que todo iba super, joda, no saben lo feliz que salí de ese consultorio, aunque creo que más feliz estaba el médico, lo amo, lo juro. Lo único que me dijo era que de pronto tenía una fibrosis o algo así, lo cual es como si se pegara y por eso me estaban costando flexionarla, pero que desde la última vez que nos vimos, es decir hace una semana, la rodilla había doblado muchísimo más, ya estaba en más de los noventa grados y eso era un gran avance, entonces, prosigo, si esa fibrosis no se rompía con las terapias de aquí a la próxima cita, revisábamos si era necesaria una operación solo para limpiar eso, que según es algo mucho más mínimo de lo que creíamos, pero que él no pensaba que fuera necesario eso, que iba muy bien y que llamaría a Joselín para contarle, pues son amigos hace años.

Me recomendó unas infiltraciones que él mismo hacía, en las cuáles me sacaba sangre, la limpiaba o algo así, sacaba las plaquetas y eso me lo aplicaba en la rodilla, que eran un poco costosas pero que eso me iba a ayudar muchísimo con la inflamación, el dolor y hasta con la flexión, todo iba bien hasta que me habló del precio. 300 barras cada una y eran 3, que lindo país y bueh, sin pensarlo, saqué cita para el sábado 25 de este mes, a las 7 a.m, para realizarme el procedimiento. Si, no tenía ni idea de donde iba a sacar la money, pero algo hacía, como siempre. Y pues esta vez me salvó marceliño y mi querida madre, ya que al enterarse me giraron la money sin pensarlo y gracias, sé que hicieron maravillas, los amo. Llegó el sábado, la bby me acompañó, casi no me atienden, había mucha gente, me sacaron 20 tubitos de sangre y como debía estar en ayunas, estaba que moría del hambre, así que apenas terminaron, invité a desayunar a la bby y cuando terminamos, volvimos, casi no me hacen esa vaina, tenía una mezcla de sueño y ansiedad, por fin me llamaron, pedí que me pusieran anestesia, me la pusieron, la enfermera no paraba de reir con mi intensidad, preguntándole si esa vaina dolía, que me tratara bonito y blablablá, por lo menos alguien se reía mientras yo estaba que salía corriendo pero no, soy grande, tranquila mamita, ya esos tiempos no vuelven. Esperamos 20 minutos a que me hiciera efecto la anestesia, era impresionante porque en los dos chuzones de la anestesia, se me hicieron dos bolas grandísimas, además que parecía que tuviera mil hormigas picándome la rodilla, esa vaina me irritó, el jabón o el alcohol con el que me limpiaron y lo peor era que me podía tocar, joda, mátenme y ya, erda. En fin, llegó el médico, primero me puso una que el líquido era como transparente, la aguja era más grande y gruesa que mi dedo, lo juro y dolió como no tienen idea, después siguieron dos más, pero con un líquido amarillo, la aguja no era tan grande y gruesa pero también dolieron, horrible. Y bueh, al otro día, el domingo en la noche, cogí rumbo a Barrancabermeja una vez más, a retomar mis terapias y rutina, ya era hora. El lunes, es decir ayer, Jose me mató con las rutinas, no pude hacer piscina, pero fui feliz porque como ya doblo más la pierna, pude hacer elíptica y me sentí en otro mundo, estaba corriendo, en lo que cabía y hace mucho no sentía eso, ¡fue perfecto! Y hoy martes, volví a hacer piscina y estoy muerta, como si hace un año no hiciera ejercicio, ¡se los juro! Ahora intento volver a dormir antes de 10 p.m, madrugar y hacer rendir el día, ojalá me dure, pues me quedan pocos días acá y romeo también se va, pero él no vuelve. Igual ni quería, ridículo, me extrañará, lo sé.

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Después de volar en una pinche avioneta como de 20 puestos, en la que se sentía todo y no podía ni reclinar la silla, llegué, mi familia querida me esperaba en el airport y bueh, apenas vi a mi perrito, mi cabezón, me tiré al piso y aja, como cuando tu perro no te reconoce y te tira a morder, sep, así mismo me pasó y casi me pongo a llorar pero a los segundos me reconoció, volviendo a ser el loco que es, aunque como siempre lo he dicho, es el novio que no tengo, cuando me voy por mucho tiempo y vuelvo, me la aplica y me hace show, ignorándome y haciéndose el difícil, pero nada que unos besitos no puedan curar, menos mal soy intensa porque sinó, nuestra relación no funcionaría. En fin, en resumen, fueron días de amor, de pelis con mi mamá y marceliño, de arrunchis con mi cabezón, de soledad, aunque no lo crean, de sentir que ese ya no es mi lugar, aunque todavía no sé dónde y cual sea, de desahogo, de nuevos sentimientos, de felicidad, de recuerdos y de muchos paisajes que hace rato no recorría, aunque me siga perdiendo más de lo normal. Creo que cada vez que vuelvo a casa, vuelve una Paula diferente y no sé si eso es bueno o malo, solo sé que así es y cada vez que vuelvo es como rencontrarme con mis otros yo, meditar e intentar evolucionar, por decirlo de alguna manera y aprender a amarme, amando todo lo que fue, lo que es y lo que será, valorando cada ser y cosa que me rodea.

Ahora sé que fue un viaje muy productivo y hermoso, que me devolvió esa tranquilidad y paz que hace mucho no sentía. Les cuento que mi madre cumple 50 años, el 26 de diciembre y vamos a estar de viaje en esas fechas, le dio por hacer unos 50’s estilo 15’s, si, mi mami de quinceañera, solo sé que se verá hermosa con la sonrisa que tendrá ese día y con eso me quedaré. Así que me tocó adelantar mi viaje de regreso al 14 de diciembre, porque el 13 tengo la cita de control con el médico y me pondrán la segunda infiltración, así que quedaré un poco adolorida y por eso viajo al otro día. Ya queda poco y bueh, este mes ha sido fuerte, pero estoy feliz con lo que ha sacado de mí, estoy tranquila y feliz, además que no dejo de pensar y soñar con volver a jugar, cada vez veo más cerca ese día y soy feliz. Sin más cháchara, creo que nadie terminó de leerlo, ojalá sí, me despido, dormiré, ya es tarde. “No retrocedo, vuelvo más fuerte”

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