75vo. Día
- Paula Vanessa Pastrana Cubillos
- 30 nov 2017
- 4 Min. de lectura
“De adentro hacia afuera”

Después de una noche no muy bonita, despertándome como cada dos horas así, como si nada y bueh, ya a las 7 am no pude obligarme a dormir más, aunque fuera más cansancio que persona, me quedé mirando al techo, ensimismada y como si solo hubieran pasado 2 segundos, ya eran las 9 y debía cambiarme para bajar a empezar la rutina. Me organicé, bajé, llegó romeo de su entreno, me dijo que desayunara antes porque sino iba a seguir igual de flaca y bueh, como siempre el tan tierno. Desayuné, me cambió la rutina, duré como 2 horas en un solo ejercicio de tanta pensadera, estaba que me mataba yo misma de tanta ridiculez. Terminé y cuando me fui a parar casi muero, mis 12345678697 chocolatinas estaban a punto de estallar, la rutina había sido de pura abdominal y bueh, creo que estoy más buena que nunca y no, no quiero ser su novia, ridículos, ya quisieran. Organicé las cosas que había usado, puse a cocinar el pollo para mi super almuerzo y me subí a disque dormir. Me tiré a la cama y vi mi super serie de zombies más mala que la maldad, pero aja, era lo más cercano a The Walking Dead que tenía y bueh, tocaba. Hablé con un jugador del profesional, para que una vez más me dejara hacer terapia en la piscina de su conjunto y listo, a las 4 p.m podía ir. Casi se me olvida el pollo, bajé, me serví, subí, comí y seguí viendo mi super serie hueso, solo esperaba no envenenarme con mi comida, mami, te extraño. Mentira, voy mejorando, ya me queda rico todo o bueno, la mayoría, eso intento creer. ¡4 p.m en punto y los que salen! Llegué, la piscina queda en el último piso así que es una belleza la vista y bueh, le estaban haciendo mantenimiento y debía esperar 40 minutos, que belleza. Imagínenme sentada, con el vestido de baño y un pinche gorro para natación que compré, porque recuerden que acá es obligación usar esa #$%&, esa vaina estaba que me sacaba los ojos de lo mucho que me jalaba, me veía hermosa, lista pal’ levante y ni los locos se lo quitaban, había durado como 30 minutos poniéndomelo y no iba a pasar otra vez por eso. Pero no, el pinche gorro como que se aburrió de mi cabezota y pum se recogió, y se soltó, por decirlo de alguna forma, así que me tocó volver a ponérmelo, cuando ya había terminado de hacerle el mantenimiento a la piscina. Pero eso no fue lo peor, cuando me lo estaba poniendo, como tengo mucho pelo, me tocaba hacerme un tomate o como le quieran llamar y alar el gorro, obvio y cuando ya lo estaba jalando pum, se reventó esa $%%&//%$%#$%$&#$&$% y ¿Qué más podía pedir?, ¿Qué más me podía pasar hoy? Si, un día muy hermoso para mí, la felicidad se respiraba en el aire, como en las películas de Disney. Entonces, después de inventar madre otros 30 minutos en el baño, salí y con la rabia aflote, me tocó ponerle cara bonita al piscinero o no se como decirle, para comentarle lo ocurrido y que me dejara entrar así, pero bueno, por lo menos funcionó, todavía tengo mis encantos, aunque los siga buscando. Ah y por cierto, perdí 30 barras con ese gorro, porque lo busqué en toda parte y solo lo encontré en un sitio en el que venía con las gafas, así que, ¡te amo Barranca!

En fin, hice mi rutina, por lo menos la vista siempre es hermosa, después llegaron unos manes y eche, no se si es que me veía muy linda o muy fea, pero que miradera, que cosa tan horrible y pues no, no me iba a dejar acosar, así que también los acosé con la mirada y santo remedio queridos, lo sé, soy la mejor. Terminé, no me quería ir, quería nadar pero aja, no podía mojarme el pelo porque después se sollaba el man o eso creía y ni estaba para un show, después lo mandaba a comer #$%& y el pobre pelao’ no tenía ni la culpa. ¿Estoy hablando muy ñero? Creo que lo tengo alborotao’ estos días. De ahí me fui al centro comercial a comprarle unas vainas a Joselín y a pagar unos servicios, pero como hoy no era mi día, me salió todo mal, me mandaron para un sitio, luego para el otro, luego que no, luego que sí, luego que Paula muerete, que se la lleve un perro en la boca y en fin, casi no logro pagar esos pinches recibos e igualmente terminé comprando una vaina que no era, porque Jose cree que soy adivina y aja, el no entiende que no puedo ser perfecta siempre, ridículo. Casi no llego, estaba muerta, re muerta. En fin, organicé todo, romeo se burló de mí como siempre, subí y me quede intentando entrar a una cuenta de Fox que me estaban dando, para por fin verme The Walking Dead, LA MEJOR SERIE DEL MUNDO y si, me encanta, ¿se nota?, casi que no, las 10 pm y yo sin bañarme, sin escribir y sin comer, que belleza, ya debería estar dormida. Así que hice todo eso y bueh, caí rendida. “No retrocedo, vuelvo más fuerte”
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